El Reptil

Esto parece un inicio, no lo es, es la ultima vuelta del colectivo, ya casi vacío, rondando por las calles frías, cuadriculadas. O algo así como un breve paisaje de esa lucha común, que se vuelve invisible hasta que como una telaraña, se la atraviesa y se te pega en la cara. Es inteligente la sencillez de algunos, así como esos días de lluvia vacíos de obligaciones, ellos me despiertan una curiosidad fresca, mientras mi curiosidad esta aplastada, con el sueño de muchas horas extra, sin embargo deja alguna mancha de sangre por el piso aun.


 Son los que aun buscan y no encuentran, y si encuentran dudan y lo pierden, cambian y son un eterno intento crónicos de si mismos, pero sin moverse, a veces mueven a lo que los rodea, como algún tipo de dioses. Yo lejos, ahora también quieto, observo: quizás con los ojos de un científico que se mira tarado en el río y se ve incapaz de meter un pie, pues ve su reflejo y sabe que un gigantesco reptil  puede estar ahí mismo detrás de su imagen, relamiéndose, babeando, haciendo chocar sus colmillos de mármol para mi.
   

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