La maquina en la carne

Me pregunto que nos hace pensar que podemos controlar o manejar las variables de nuestras vidas a un nivel tan extremo. La autoexigencia de ser productivos aun con el ocio, la sobre-producción.

Nos combinamos con maquinas cada vez a un nivel mayor, se podría decir que la medida de la integración con lo digital y lo electrónico define un rasgo de la personalidad del ser. El riesgo esta en perder una sensibilidad mas antigua, natural, instintiva y exigirle a nuestros orgánicos cuerpo y órganos, un desempeño con la exactitud de una maquina.

transformamos a nuestro tiempo a nuestros deseos, nuestras necesidades en otra cosa, las descomponemos en partes mas pequeñas que dependen de otras partes mas pequeñas, ninguna de ellas controlamos de una forma efectiva. En la voluntad de organizarlas, ordenarlas, clarificarlas y vincularlas esta la exigencia de lo digital: ceros y unos. Nos auto cosificamos en un vértigo desestabilizador. Estos mismo nos vuelve mas frágiles, y aunque parezca contradictorio o no; somos menos vulnerables, y hoy lo deseable seria estar vulnerables, ser mas bandos, poder silenciarnos y detener el a veces incesante tecleo mental.
En lo vulnerable se permite acceder al otro y lograr pequeñas fusiones, mezclas de emociones y pensamientos. El balance de lo des-balanceado en nosotros.

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