Inicio de proceso

La gloria es saber caer, donde no se sabe, cuando no se lo espera. Moverse de nuevo en una forma y dirección distinta, poder hacerse cargo de uno mismo.

En algún momento todo parece una trampa, una repetición de casos similares, que con algunas excepciones nos reflejan esclavos, de otros o de nuestros miedos. Me gustaría eliminar el dinero y hacer un sistema comunitario, en pequeños grupos. Abolir las “megaciudades”, donde uno pierde casi todo amparo, ya que no todo estado es un país nórdico. Se entiende las diferencias, pero el resultado es terrible. Aun así me sorprende la resistencia del pueblo y el subyugado, que desde abajo sigue un camino empinado empujando su roca desproporcionada cada día.

Todo sistema tiene en sí mismo la semilla de su destrucción, esa frase me gusta. Aun cuando todavía no se ven vestigios de esa semilla. Hay manifestaciones que se empiezan a acercar a su recóndita madriguera.


Por fin la gloria hasta puede ser otra, y quizás menos cruel para todos. Esa es una esperanza latente, aun en el hoy del que formamos parte.  

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