El Post-poeta
Aquí en el centro de la oscuridad, veo como los cerámicos se quiebran las calles bloqueadas escupen su brea, Me levanto donde hay una ilusión es la fuerza por la creencia en el amor la carne y la fe; es por ella que se arde debajo de la piel Aun tropezando cayendo de la bicicleta sobre el cemento agrietado, atropellado por el ritmo de otros, ausente del propio plan. Pero se acaba. Se llega a ver las verdaderas raíces o las nuevas flores, en los aires de tumulto de inercia polvorienta, en caos y laberintos ya comprados Que se acabe, que sea pronto y sino aguantare, en los rayos montado, en la carne apretada cansada, nace lo que me brinda a mi vida una imagen de verdad la honestidad de la sentidos y Un espejo vivo que muta. Se reinicia.